Una historia corta y a la vez intensa ésta que escribió Ana María Matute en 1956. El niño al que se le murió el amigo pertenece a Los niños tontos, un libro que, aunque pueda parecer literatura infantil no lo es. Un conjunto de cuentos cortos en los que la inocencia de los protagonistas, siempre niños, se rompe por culpa de la muerte o la infelicidad. Además, con estos 21 textos, Matute quiso dar a conocer el mundo a través de los ojos de los niños de posguerra.
“El mundo hay que fabricárselo uno mismo, hay que crear peldaños que te suban, que te saquen del pozo. Hay que inventar la vida porque acaba siendo verdad”, Ana María Matute (1925-2014).