Suelo ir al teatro dos veces al mes, como mínimo. Me gustan mucho las artes escénicas. Quise estudiar en RESAD, pero me quedé en la Complutense. Quise ser actriz, pero soy periodista. Y como nunca es tarde, el año pasado me matriculé en Arte Dramático: de mayor quiero ser actriz.
Hace unas semanas que fui a la Zarzuela. Me regalaron las entradas en Navidad para El Barberillo de Lavapiés. La función duró un par de horas, tal vez más. Con un descanso de veinte minutos entre actos. Durante la representación me di cuenta de que cultura no está hecha para todo el mundo. Es triste decirlo, pero cada vez me encuentro con gente más irrespetuosa en el teatro. Aquel día me encontré con todo tipo de perfiles: un hombre que cada vez que salía a escena una actriz le gritaba un «bravo, guapa». Otra persona, que tenía en la butaca de atrás, llevaba el compás de la música percutando su abanico. Una señora de mi misma fila decidió salir de la sala levantando a todos los que estábamos disfrutando de la representación. Sonaron móviles, y los comentarios sobre lo que estaba pasando en el escenario eran constantes, como si los espectadores estuviéramos viendo un partido de fútbol o una corrida de toros. Ni decir tiene que también pillé a una señora grabando una de las piezas musicales con su teléfono. Y algo que me dolió en el alma al salir fue escuchar a una mujer mayor decir: «han estado todos muy bien, aunque la chica estaba muy gorda«.
Salí enfadada. Muy enfadada porque a mi alrededor solo tenía gente que le estaba faltando al respeto a los espectadores que nos comportábamos de forma cívica y, sobre todo, a un elenco, a una orquesta, a una dirección, guion y un amplio etcétera de personas que estaban intentando trabajar y hacer bien su trabajo. Así que llegué a la conclusión de que no, la cultura no está hecha para todo el mundo porque la cultura no es solo entretenimiento: es un arte que nos nutre, que nos hace crecer como seres humanos, que nos abre la mente, que nos hace ser mejores personas.
Hará un mes que Lola Herrera estuvo con las chicas de Estirando el chicle, y en un momento de la entrevista habló sobre este tema. Merece mucho la pena escucharla.
El Meraki de hoy no tiene nada que ver con con todo esto, no sé qué me lo inspiró y tampoco soy capaz de ponerle un título, pero es lo que tiene hacer y deshacer a tu antojo en tu propia página web. En mi documento de microrrelatos es el #20 y al subirlo a los servidores de audio lo he titulado como Despertar la realidad. Gracias por leer.
Esta noche he soñado con el mar. El sol se ponía en el horizonte y las olas rompían en mis pies recordándome que estoy viva. Tú jugabas con Odie, nuestro perro. De vez en cuando me mirabas y sonreías. Al despertar, la realidad me ha vuelto a recordar que no estoy frente al mar, que mi horizonte es otro edificio de apartamentos sin luz y que tu lado de la cama sigue frío.
Interesante, muy bien
La cultura si esta hecha para todos los públicos, lo que ocurre es que no todo el público entiende la cultura. Yo estuve contigo en la representación del Barberillo de Lavapiés en el teatro de la Zarzuela y verdaderamente esas personas que enumeras no saben distinguir entre el Genero Chico, como así se le llama a la Zarzuela, o una representación de una revista o vodevil. La representación fue excelente pero nos la aguaron estas personas. Solo diría, por favor, quienes no sepan comportarse en un espectáculo, que no vayan. No ha sido la primera vez que nos ha ocurrido.
En cuanto al Meraki de esta semana, ya sabes que no me gusta hacerte comentarios por esta vía, me parece muy bien escrito y un poco triste, pero lo que más me gusta, y ya lo sabes, es la locución creo que locuras muy, muy bonito ¡Ánimo y a seguir!
Tienes razón dando tu opinión sobre algunos espectadores que acuden a espectáculos que no son apropiados para ellos. No solo hay incultura, tambien mala educacion y poco respeto hacia los actores y resto de espectadores.
El Meraki de esta semana muy bien escrito, como todos, escribes muy bien y locuras mejor. Bravo y te ánimo a seguir.