Cada ocho de marzo me acuerdo de aquel ocho de marzo de 2018. Vivíamos, como desde hace tanto tiempo, bajo una división social y política considerable, pero nos unimos por un momento y salimos a las calles a gritar parando la maquinaria. Recuerdo muchísima gente, ríos de mujeres, hombres, niños y niñas recorriendo las calles de Madrid con un objetivo común: la igualdad, una igualdad real, una demostración de que todavía queda camino. Creo que nunca he visto a tanta gente movilizada y se me ponen los pelos de punta al recordarlo. Fue muy emocionante y un momento histórico marcado para siempre en los libros.
Recuerdo a un niño que iba sobre los hombros de su padre. Tendría dos o tres años y movía un globo morado. Lo llevé delante durante la marcha y me era imposible no observarlo. Caí en la cuenta de que aquel día, de que todos los ocho de marzo, yo no salí a la calle por mí, salí a la calle por todas.
RTVE ha creado un apartado en su web que se titula ‘Cómo el machismo ha marcado tu adolescencia‘. A mí me ha llevado a 2001, con el recién estrenado siglo en el que vivimos, a la primera edición de Operación Triunfo y donde el físico de Rosa López parecía más importante que su maravillosa voz. Me ha llevado a acordarme de cuando leía la SuperPop y sus estúpidos test en los que te decía la clase de amante que eras o cómo sería tu chico ideal ¡¡con 13 años!! Las series en las que mujeres adultas interpretaban a adolescentes guapas, superficiales y sexualizadas. Sin estas «cualidades» no tenías éxito.
Lo más triste de todo es que creo que hemos evolucionado poco. Aún no nos hemos librado de los estereotipos. Solo hay que ir a las redes sociales y hacer un repaso por las criaturas de éxito, llamadas influencers, y en lo que se compararan las adolescentes de 2023. Por eso hoy, por eso un 8M más, por eso llenar las calles, por eso no olvidar que todavía queda camino, por eso remarcar que en lo que llevamos de año han asesinado a quince mujeres por el hecho de ser mujer. Por Rosa López, Virginia Wolf, Margaret Fuller, Frida Kahlo, Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán, Coco Chanel, Clara Campoamor, Malala Yousafzai, y un largo etcétera. También por nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras tías y todas las mujeres de nuestra vida que, tal vez sin saberlo, han luchado por una igualdad real en silencio, sin salir a la calle. No por mí, por todas.
Soy mujer.
Y un entrañable calor me abriga
cuando el mundo me golpea.
Es el calor de otras mujeres,
de aquellas que hicieron de la vida
este rincón sensible, luchador,
de piel suave y corazón guerrero.
Alejandra Pizarnik.
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Bonito artículo sobre el día de la mujer, pero en mi opinión ¿Cuánto se ha hablado y ensalzado a las mujeres de los años 60-70 del pasado siglo 20? nada. Mujeres que salieron por si solas de un mundo dirigido por hombres, recordemos las prohibiciones que hasta ese momento tenían por solo ser mujer, entre las que se encontraban no poder tener una cuenta corriente propia, todo ello sin enumerar el trato, que aún con respeto, se les daba en el hogar y por no hablar del trato, en muchos casos, vejatorios que recibían en sus puestos de trabajo por el hecho de ser mujer, pero ellas estoicamente y sin salir a la calle lo vencieron.
La mayoría de ellas, cuando se casaban se veían obligadas a dejar sus trabajos. Estas mujeres, en silencio, se hicieron valer. Muchas de ellas mantuvieron sus trabajos y llevaron a muy buen fin sus familias y sin salir a la calle lograron su autonomía. Gracias a ellas las mujeres actuales han alcanzado lo que ahora, mucho o poco se tiene. Se liberaron, consiguieron una pequeña igualdad con respecto al hombre, si, pero a costa de estar las 24 horas del día a pleno rendimiento, esas si son las verdaderas feministas.
El feminismo y la lucha por conseguir una igualdad con respecto al hombre no debería ser crear reproches y odio hacia ellos y eso es lo que nos están vendiendo.
Con este odio que se está generando hacia los hombres lo único que se está consiguiendo es que injustamente muchos de los hombres de nuestros días se vean excesivamente machacados en sus casas, por no decir con la justicia si llegan a una separación. Dentro de unos años veremos a los hombres en la calle reivindicando sus derechos y creando odio hacia las mujeres.
Queramos o no, no somos iguales ni fisica ni genéticamente. En cuanto a cualidades y capacidades, creo que en muchos aspectos la mujer gana al hombre y eso es lo que hay que ensalzar.
Mi aplauso a las mujeres que en los años 60-70 fueron capaces de dar un paso a delante.